Cuando me topé por primera vez con este buitre amigurumi, deambulando por Pinterest, me quedé enamorada de él. Me pareció muy complicado y no supe en ese primer encuentro localizar el patrón. Sólo meses después, y de forma casual, encontré la tienda IlDikko en Etsy, donde no sólo me esperaba Inmanuel sino donde también me aguardaban mi Gertudris (la cigueña), mi Heriberto (el pájaro de fuego) y mi Prudencio (el pelícano), a quienes ya les iré presentando en otras futuras entradas.
Inmanuel es un amigurumi articulado por lo que trabajamos con un esqueleto de alambre, recubierto por nuestras piezas tejidas, que nos permite darle forma y adoptar distintas posiciones.
Aunque podría parecer muy complicado, en realidad no lo es tanto, sobre todo si disponemos de instrucciones detalladas para el montaje, y los resultados son espectaculares.
Recomiendo esta tienda y sus patrones que, además de sensacionales, constituyen un reto teje-tecreador al que siempre le podemos poner nuestro pequeño toque personal, como ese reloj que cuelga del bosillo de su chaleco para recordarnos los hábitos metódicos de aquel otro Inmanuel cuyos paseos permitían a sus paisanos sincronizar la hora en Königsberg.